Sobre entrenadores y educadores...

Hablaban ayer en la tertulia de SER Deportivos que a los niños que juegan al fútbol en escuelas municipales o clubs deportivos hay que formarles, más que entrenarles. En este sentido, hablaba Ismael Almazán explicando que, en su opinión, los padres son los únicos responsables de dejar a sus hijos en manos de unas u otras personas. Quiero que me permitáis firmar debajo de esta opinión, porque hay quien utiliza el fútbol como herramienta para la educación, y hay quien lo utiliza para satisfacer su propio ego.

Comentaba Juan Diego Molina, monitor del prebenjamín de Los Villares, que no entiende a esos equipos, o más bien, "entrenadores", que no levantan el pie del acelerador cuando la goleada al equipo contrario traspasa el límite de goleada y empieza a tomar tintes de humillación. Pues yo tampoco lo entiendo, aunque la explicación es evidente. Un adulto que permite que niños de diez años o menos, aplasten al contrario con una paliza de veinte goles, por ejemplo, no es un monitor, sino un terrorista de la educación. Porque está dando pie a muchas cosas: que los "humillados" pierdan la motivación por hacer deporte, que a los vencedores se les escape alguna burla (como niños que son)... o que a él, glorioso entrenador, le den la palmadita en la espalda acompañada por el comentario de "que bien juegan tus niños", que al final, es lo único que buscaba, la medalla.

Luego podrá decir eso de "Yo ascendí a no se quien", "Yo hice campeón a tal equipo y ahora lo tengo tercero..." No sé, para empezar, vería sentido a este tipo de comentarios si en vez de utilizar la primera persona del singular, se utilizara la primera persona del plural, porque supongo que algo de mérito tendrán también sus jugadores, ¿no? Y tendría aun más sentido si habláramos de chavales adolescentes, no de críos de ocho o nueve años. Pero bueno, también hay muchos otros que cuando la goleada traspasa los diez goles, empiezan a mover banquillo o dejan de buscar la portería contraria con la intensidad del principio, al fin y al cabo, no te van a dar más puntos si la victoria es por más goles. Entienden que el fútbol es una herramienta que ayuda a educar, no a mal educar... Entienden que no son entrenadores, sino educadores, currantes anónimos que no buscan la gloria personal, sino un futuro mejor.