Rodri apareció por la izquierda y fue clave en la remontada.

Volvió a ganar el Iliturgi y la derrota en Porcuna se mira ya como un lejano accidente, un pequeño traspié cuya sombra se alargó durante los primeros veinte minutos de partido, en los que el Iliturgi se mostró superior pero demasiado intermitente. Los chicos de Pope dominaron desde el pitido inicial, sin embargo, no supieron o no pudieron hacer daño a un Valdepeñas sólido y bien plantado en el arranque. A la media hora, y con el Iliturgi atascado, Valdepeñas aprovechó un córner sobre su portería para lanzar un contragolpe mortal que ejecutaría Sansaloni de manera magistral. Pero el 0-1 no intimidó a un Iliturgi que comenzaba a sembrar el pánico en las jugadas a balón parado.

Por ahí, a balón parado, comenzó a deshilacharse el Valdepeñas. Primero avisó Devés, después fue Arturo quien salvó el empate tras rematar Del Moral, volvió a fallar Devés en un córner, y finalmente apareció Marcial para culminar una sensacional jugada que Rodri comenzó en banda izquierda. Este empate poco antes del descanso minó la moral del Valdepeñas, que aunque en ningún momento perdió la cara al partido, terminó por sucumbir ante la superioridad del conjunto azulgrana y ante un campo empapado que se antojaba larguísimo. Sin embargo, no fue el terreno de juego lo que determinó el partido, sino la aparición de un futbolista del que apenas se habían tenido noticias durante el primer período.

Y es que hoy volvimos a ver en Andújar ese marcaje al hombre que ya no suele apreciarse en el fútbol moderno, aunque cierto es que el último precedente lo tuvimos en el Camp Nou con aquel seguimiento intensivo de Chico a Xavi en el Barça-Almería. Esta vez, en Andújar, Lelo fue el encargado de perseguir a Rodri por tierra, mar y aire. Óscar Monedero sacrificó un hombre para tratar de anular a otro, y lo cierto es que dio sus frutos durante la primera mitad. Sin embargo, en la reanudación, Pope tiró a Rodri hacia la izquierda y a Óscar Monedero no le quedó más remedio que liberar a Lelo de su desagradable misión, pero fue entonces cuando el joven futbolista de Andújar apareció para encender las luces y guiar a su equipo hacia la victoria.

Para entonces, Pope dio también entrada a Rubén y al Iliturgi se le vió otro aire. Jorge hizo el segundo tras una jugada de estrategia, Rubén sentenció con un disparo desde fuera del área y Devés dio la puntilla a falta de cinco minutos para el final. Contundente 4-1 para un Valdepeñas que se marchó con la sensación de haberse quedado sin premio por su trabajo realizado, pero lo cierto es que las internadas de Sansa (el mejor del Valdepeñas en el día de hoy) no llegaron a significar una amenaza para la portería azulgrana. El Iliturgi de Pope, Rodri, Rubén, Marcial, Devés y compañía, venció de manera justa y se mantiene líder una jornada más.