Alergia a la Primera Andaluza.

Unos meses atrás, me explicaron el motivo por el que, hace siete años, la Federación Andaluza de Fútbol creó una nueva categoría llamada Primera Andaluza, pero la razón me resultó tan "relevante" que la he olvidado. Lo siento. En cualquier caso, me da la sensación de que el invento (cuyo pretexto no me cabe duda de que fue con objeto de mejorar el fútbol), no ha prosperado ni embellecido nada, incluso me atrevería a decir que ha servido para desarrollar y acrecentar los problemas económicos en muchos clubs modestos de nuestra geografía. Algo no funciona bien cuando "nuestro" Grupo 3 de Málaga y Jaén, lo componen trece equipos malagueños y sólo cinco jienenses.



Y es que en nuestra provincia ya podemos enumerar varios casos de clubs que, debido, por supuesto, a una mala gestión de sus directivos, han caído fulminados durante o tras su etapa en Primera Andaluza. De hecho, corre por ahí una especie de maldición o estadística que sentencia a la Primera Regional a todo club recién descendido de la Primera Andaluza. El último caso se llama La Puerta, histórico gigante de la Sierra de Segura, arruinado en la categoría autonómica hasta el punto de verse incapacitado para realizar los últimos viajes ligueros; la cornada ha sido tan grave que dentro de un par de semanas será equipo de Regional. Algo parecido le sucedió al Urgavona de Arjona; el Carolinense terminó por sucumbir en Andaluza tras un pésimo año en 3ª y ahora parace que la historia se puede repetir; también desaparecieron en Andaluza el Jódar, Iliturgi, Alcalá y el Torredonjimeno. Casos de crisis provocados por la irresponsabilidad de directivos pero acentuados por una categoría insostenible para la mayoría de nuestros equipos.


Lo peor es que el futuro que se vislumbra en el horizonte no es nada alentador. Ahora mismo, de todos los equipos de Preferente que luchan por el ascenso, sólo el Linares tiene claras intenciones de asaltar la Andaluza. Baeza viene de allí y tiene un proyecto de cantera para jugar en Preferente; en Andújar, a pesar de contar con una plantilla joven, canterana y prometedora, no están capacitados económicamente para soportar la Andaluza, pues sus jugadores llevan sin cobrar desde diciembre; Vilches rechazó una invitación de permanencia en agosto; y Los Villares ya se negó a dar el salto la pasada temporada y me da que lo haría igualmente el próximo verano.
Nuestros clubs tienen alergia a la Andaluza: unos desaparecieron y otros, en un ejercicio de responsabilidad, se niegan a aventurarse. La Primera Andaluza implica un mayor nivel deportivo, por lo que conlleva un mayor número de entrenamientos semanales; si al futbolista le pides que entrene más, él te pedirá más pasta, lógico. Y si quieres fichar mejores jugadores, también habrá que desembolsar su valía. El estudioso entrenador ya no viaja a Villargordo para estudiar a su rival, sino que marcha hasta Nerja, Fuengirola o Torremolinos, y supongo que eso tendrá su compensación económica. Pero lo peor de todo son los viajes, que en muchos casos van acompañados de una comida para veinte personas, porque claro, el partido de las 12 ya no lo juegas en La Guardia, sino en Marbella, y desde Marbella hasta Jaén se va un rato en autobús. Un presidente me dijo una vez que cada viaje (con todo lo que eso conlleva) a tierras malagueñas cuesta cerca de 1000 euros, y a eso hay que sumar arbitrajes, lavandería, sueldos más elevados... En resumen: algo no funciona cuando el equipo "responsable" es aquel que "pasa de la Andaluza."