Escañuela es un municipio situado en la Campiña de Jaén, a una media hora de la capital, que no alcanzaba los mil habitantes en el censo del pasado año 2011. De esos 995 escañoleros, tal vez sea su alcalde, Javier Sabalete, uno de los aficionados que más están apostando por el fútbol y por el deporte en la localidad; los otros son gente como Manolo Armenteros o Antonio Barranco, personas que están trabajando y han ilusionado a un pueblo hasta el punto de conseguir una hazaña histórica: ascender por primera vez a su equipo de fútbol a la Regional Preferente.
Se trata del equipo que dirige Diego Caro, un joven entrenador de Nivel III que se encontró con siete efectivos durante su primer entrenamiento en Escañuela, pero que dos temporadas más tarde inicia el proyecto más prometedor de la historia del club. Anoche preparaba el partido que hoy les enfrentará al Torredonjimeno con 22 futbolistas ilusionados y hambrientos. Será un choque atractivo, porque si algo caracteriza a este Escañolense de Diego Caro, es su apuesta por la posesión y el ataque.
Humilde, trabajador, optimista, serio, disciplinado y de carácter afable, este cordobés de 33 años, natural de Villa del Río y ex-portero del Córdoba CF en 2ª División y 2ªB, se ha ganado el cariño de todo el pueblo de Escañuela, siendo, incluso, el pregonero de las fiestas celebradas hace unos días. Hemos charlado con él y supongo que os gustará conocerle.
¿Qué podemos esperar de su equipo en lo que será una temporada histórica para el club?
Somos debutantes en la categoría, así que nuestro objetivo pasa por la permanencia. Será una temporada dura porque hay equipos muy fuertes que incluso vienen de categorías superiores, por tanto creo que la liga será muy igualada y tendremos que competir cada partido dando el máximo de nuestras posibilidades. Si eso nos da para lograr la salvación pues bienvenido sea. Iremos partido a partido y domingo a domingo.
¿Está capacitado tu equipo para lograr la permanencia?
Esperemos que sí, para ello trabajamos, pero va a ser muy complicado porque, como te he dicho antes, hay equipos muy fuertes y que están muy capacitados. Pero nosotros somos un equipo joven y con mucha ilusión, así que iremos domingo a domingo para tratar de conseguir el objetivo. Vamos a trabajar mucho y a ver qué pasa.
¿Qué sensaciones tienes en estos primeros días de pretemporada?
Estamos metiendo mucha carga a los chavales y están respondiendo muy bien. El Linares nos ganó ámpliamente en el primer partido de pretemporada, pero me fui con buenas sensaciones porque fuimos capaces de competir frente a un equipo como el Linares. No obstante, es pronto para sacar conclusiones, pero estamos trabajando mucho y creo que llegaremos preparados al primer partido de liga.
Cuentan colegas de otros equipos que el Escañolense abraza un estilo de juego vistoso que apuesta por la posesión.
Cada maestrillo tiene su librillo, pero nosotros jugamos a un deporte que se llama fútbol y como tal hay que intentar jugar al fútbol. Unas veces se consigue y otras no, pero creo que los aficionados se divierten cuando el equipo intenta jugar el balón por el suelo, y los chavales se divierten cuando tienen el balón, se buscan y se asocian. Dicho esto, cada cual puede apostar por el estilo de juego que crea conveniente, porque también es fútbol, pero a mi personalmente me gusta tener el balón y tratar de elaborar la jugada para llegar a la portería contraria.
Y te has ganado a la afición hasta el punto de haber dado el pregón de las fiestas del pueblo.
Sí. Nosotros trabajamos mucho durante la pasada temporada y Escañuela es un pueblo que valora mucho el trabajo, así que me designaron para dar el pregón de las fiestas y acepté encantado. Me siento muy querido aquí y te puedo decir que me siento como en mi propia casa.
Has sido futbolista profesional y ahora entrenador, ¿Prefieres entrenar o jugar?
Se sufre muchísimo más como entrenador que como jugador, y se le dedican muchas más horas al fútbol, pero bueno, me fue bien como jugador profesional y ahora tengo un buen sabor de boca como entrenador, así que espero que todo siga igual.