Guarromán: un reto hermoso para el Racing.

Dentro de muy poquito, mañana, a las 11 de la mañana, el Racing Jaén visita Guarromán para cerrar una semana en la que no han parado de lloverle halagos. Tiene mucho mérito lo que está haciendo el Racing, fue emocionante ver como se revelaba ante todo un Villacarrillo al que no le faltó ninguna de sus figuras para colocarse a un punto del líder. Esto es así, y así hay que contarlo, pero todo eso, amigos míos, ya es historia.

Mañana espera en casa el Guarromán, equipo que naufraga lejos de su puerto pero que ha levantado en su campo un fortín inexpugnable. ¿Cómo? Pues no lo sé, mañana lo sabré. Espero que perdonéis mi ignorancia sobre este equipo a estas alturas, pero imagino que tendrá que ver mucho el escenario. Mañana volvemos a la tierra, y digo volvemos porque es uno de los tres campos de albero que aun quedan en la preferente, no meto en el saco a Villargordo, que está en la última fase de las obras de implantación del césped artificial. Campo de albero: ¿arma o desventaja? Pues está claro que para el Guarromán es un arma. La estadística es demoledora: una derrota en casa en dos temporadas y media, vaya, que no pierden desde el 13 de enero de 2008. Entonces corría la temporada 2007/08, y el Ibros fue quien consiguió la proeza, convirtiéndose en el único equipo que ha ganado allí desde que el club se refundó como Unión Deportiva Guarromán.

En fin, que parece un reto muy hermoso el que se le presenta al Racing: ser el segundo equipo que gana en Guarromán a la Unión Deportiva en dos temporadas y media. Así que pienso que poco tienen que perder los de Joaquín Pérez y mucho lo que ganar. Si palman, entrará dentro de lo normal; si empatan, será un buen resultado; pero si el Racing gana en Guarromán... no sólo romperían una estadística que asusta, sino que conseguirían tres puntos que, uniéndose a los del Villacarrillo, lanzarían al Racing a pelear, al menos, por el honorífico título de campeón de invierno. Motivación no les iba a faltar. Al fin y al cabo, es la única compensación que les empuja a entrenar y a seguir ahí.