Pinturas de guerra en La Pandera.

Ya está aquí. Vuelve el clásico a Old Trafford. Creo que es uno de los partidos más esperados de la temporada. Nunca hay ligas en juego y tampoco suele decidir el final de temporada, pero siempre hay en juego algo más que tres puntos. Es la historia, es el orgullo, como pasaba hace unas semanas en Las Villas, pero en este caso la rivalidad va un poco más lejos. Es fácil escuchar cánticos referentes a la posesión del famoso alto de La Pandera, esa montaña que separa ambos pueblos y por la que tanto se ha luchado en las dos vertientes para incluirla en su término municipal. No sé como anda este tema, porque tampoco me interesa mucho, la verdad. Sea de quien sea, sigue ahí en medio y la podemos disfrutar tanto villariegos como valdepeñeros. Pero lo bueno es que hemos avanzado mucho. La rivalidad sigue siendo máxima cada vez que coinciden ambos equipos, pero la relación entre las aficiones es excelente.

Tal vez porque hay un trabajo detrás. Hay quien se ha dedicado a fomentar ese compañerismo y buen rollo entre aficiones y jugadores desde hace años. Hay muchos amigos en ambas plantillas, incluso estandartes valdepeñeros (Chino, Pedrito y Miguelito) defendiendo el bando contrario, o gente que ha cambiado de aires, como Paquillo, que recaló este verano en Los Villares tras su mejor año en Valdepeñas; o como los hermanos Julio y Javi, que tuvieron que "emigrar" a Valdepeñas, donde sí les acogieron; o el caso de Antonio Ruiz, que tras pasar por ambos clubs, ha vuelto este año a su segunda casa; y está también la historia de Manolo Palacios, el Gran Capitán Villariego que jugó y dio una de las dos Copas al Valdepeñas a principios de la década. Queda evidente que son muchos los que han convivido en los dos vestuarios y por tanto, habrá muchos amigos sobre el terreno de juego, pero lo mejor de todo es ver la amistad que los niños de ambas canteras están adquiriendo en cada uno de los enfrentamientos.

Insisto, hemos avanzado mucho en ese aspecto, pero no me queda la menor duda de que el balón se pondrá en juego y todo esto quedará apartado durante un par de horas. El marco es perfecto, el campo del Valdepeñas es mítico por lo que allí se han hecho, desde remontadas hasta verdaderos expectáculos en la grada con tifos y cánticos excepcionales. La gente en Valdepeñas vive su equipo con pasión y devoción, tal vez porque conocen la historia de su club y quieren volver a revivirla. El valde llega muy herido al partido, aun no se ha levantado de la injusta sanción que le impusieron y afronta el derbi en puestos de descenso. Y en frente tendrá a todo un equipazo que empieza a ser cuestionado porque los resultados no son los esperados a estas alturas. La tensión va a ser máxima, estamos, pienso, ante el derbi más dramático de los últimos años y todos son conscientes de ello. Por eso en Valdepeñas, me consta de que se está preparando un ambiente infernal para recibir a Los Villares. El Valde vive en horas bajas, pero como club grande de la contienda, tratará de tirar de estadísticas (no recuerdo una victoria de Los Villares en Valdepeñas), de historia, de honor y de afición para sobreponerse al temporal y empezar a despegar en el día del derbi. Tarea dificil, muy dificil, pero Old Trafford tiene magia...