Eran las 21:10h. Anoche me sorprendió ver a Adrián en el entrenamiento del Racing Jaén anoche. He de confesar que, conociendo la situación que vive Adrián actualmente, pensé que el próximo domingo ya estaría en Bailén, bien jugando o bien conociendo al equipo. Ingenuo...
Hoy me volvió a quedar claro que este Racing parece un grupo inquebrantable. Ahora ha sido Adrián, pero previamente fueron gente como Pingu, Haro, Fernando, Manu Astorga o Víctor Mena los que rechazaron ofertas de otros clubs incluso antes de que el Racing se convirtiera en el equipo fuerte que es hoy. Puedo entenderles, pues como he dicho en otras ocasiones, hay cosas que no pueden comprarse con dinero, o mejor dicho, que no tienen precio, como por ejemplo el ambiente que se respira ahora mismo en la plantilla del Racing. Pero nunca pude imaginar que los lazos afectivos que se han creado entre los jugadores fueran tan fuertes, hasta el punto de anteponer estos sentimientos a una necesidad. En fin, el fútbol, que es así...