Fe.

No nací atlético, aunque siempre simpaticé con los colchoneros. Pero como dice Sabina: "para entender lo que pasa hay que haber llorado dentro del Calderón, que es mi casa..." No hace mucho que me bauticé en el Calderón (fue un Atleti-Betis), y, efectivamente, es algo más que asistir a un partido de fútbol, es algo más que ver jugar a un equipo. Cerca del estadio, hay un anuncio enorme que cubre toda la fachada de un gran edificio y dice "Kia: patrocinador oficial de un sentimiento", eso dicen que es el Atleti, un sentimiento, una especie de religión a parte. Yo diría más bien que es una forma de vida. Un colchonero es un tío que no necesita del fútbol para ser feliz, alguien que no ha escogido el camino más fácil. Un atlético vive intensamente en los dos extremos: cuando toca fondo y baja a segunda, se vuelca y aumenta el número de socios del club; y cuando gana un simple partido o, sencillamente, marca un gol, da igual que vaya perdiendo, uno es feliz y lo celebra como un título. La última vez que estuve allí fue en el derbi madrileño, Kaka nos puso en nuestro sitio a los tres minutos de juego, pero la afición tiró del equipo en un sprint final memorable.

Esta noche el Atleti va a necesitar a esta gente de la que os hablo, a su gente. Temo que la entrada será pobre, y el equipo se librará de la pitada gracias al remiendo de Valladolid. El Recre lucha contra viento y marea por sobrevivir en 2ª División y ése humilde adalid fue quien humilló a este Atlético del que hablo con tanto orgullo. El 3-0 de la ida es una losa muy pesada, pero nunca se sabe, ¿Por qué no podría repetir el último resultado de liga frente a un equipo de segunda? Sinceramente creo que se puede. Vuelve Kun, vuelve Forlán (que parecía haberse ido), esperamos a Simao, y Reyes se está reinventando. Después, pase lo que pase, se incorporan Tiago y Salvio, y Quique seguirá contando con Cedric, Ibrahim y Domínguez, cuya irrupción en la defensa es lo mejor de las últimas semanas. Por ahí también está Borja a las puertas del primer equipo... En fin, el Atleti también es fe, esperanza, y esta noche el equipo necesitará al Calderón.

Para el Atleti, la Copa puede significar un oasis en el desierto, el tren más rapido hacia Europa, la amnistía a una temporada que se barrunta desastrosa. Está en el cuadro fácil del torneo, o al menos, en el cuadro menos complicado, ya que sólo se cruzaría con Sevilla o Depor en una hipotética final. La plantilla está convencida de que puede eliminar al Recreativo de Huelva como ya hizo con el Shalke 04 la temporada pasada, con un 4-0 en el Calderón, precisamente. Quique dispone de todos sus efectivos para intentar la remontada, no hay sancionados y la enfermería está vacía. Jugará De Gea, que cumple, y jugarán Domínguez, Forlán, Kun, Simao, Reyes... el Atleti va con todo, espero que la afición también.