El Valdepeñas desmontó al Útica.

Valdepeñas 2-1 Útica.

He tenido mis dudas al elegir el título del artículo. De buena gana habría titulado "Motor Marchal" o algo así, pero entonces restaría protagonismo al resto de un equipo que hizo vibrar a su afición hasta el último aliento del partido. Porque ganó el Valde y lo hizo recuperando el manual para partidos en Old Trafford: jugar con garra, con brío, mordiendo, acosando hasta el final. Derrochando coraje y corazón, que diría un colchonero. Partidazo de un Valdepeñas que salió enchufado tal vez recordando el último precedente: 2-6. Gran actuación de un equipo en el que yo destaco por encima de todos al director de orquesta, Carlos Marchal, que guió el juego y los zarpazos de su equipo.

Se adelantó el Valde en el primer minuto de partido por medio de Javilillo tras rematar un córner botado por Carlos Marchal. Estaba claro que el Valdepeñas quería los tres puntos y no iba a dar cuartel a nadie. En la primera parte, contabilicé hasta ocho ocasiones claras de gol por parte del Valde, incluído un disparo al larguero de Juanma, uno de los jugadores más activos en la tarde de ayer, pero el marcador no se movía. Mientras, el Útica hacía aguas a balón parado y cada centro de Carlos Marchal suponía una terrible amenaza sobre la portería de Villatoro. Roger, fiel a sus principios, se desgañitaba en la banda pidiendo paciencia y toque a sus futbolistas, insistencia que nos llamó la atención y que admirábamos tanto mi amigo Amando como yo. El técnico del Útica pedía tranquilidad, serenidad para elaborar ese fútbol que le caracteriza. Y lo consiguió en determinados momentos, pero en frente había un equipo bien plantado que no concedió ocasiones. Arturo, portero local, solo vio perturbada su paz en una sola ocasión.

La segunda parte fue algo distinta, aunque los papeles no se intercambiaron. El Útica salió con otro aire y dominó los primeros veinticinco minutos. Tejiendo y tejiendo, su fútbol de punto de hilo llegaba a culminarse y el Útica gozó de algunas ocasiones, hasta que Chico empató el partido a los 20 minutos. El Valdepeñas, tras el desgaste de una primera parte excepcional, amagó con entregarse a la superioridad de su rival, pero entonces el Útica comenzó a mostrar síntomas de ansiedad, de precipitación, por lo que el partido se rompió. En un intercambio a golpes y sin su fútbol control, el Útica es muy vulnerable, por lo que el Valdepeñas volvió a tener ocasiones clarísimas de gol. Soberbio partido de Juanma, excelente Javilillo, eterno sacrificio de Dani, que corrió y peleó todo lo que le llegaba, partidazo también de la defensa liderada por Juan Alberto, pero sobre todo, extraordinaria actuación de Carlos Marchal, que dirigió los ataques y controló el ritmo de juego de su equipo en todo momento. Al final, obtuvo el premio al transformar un penalti y colocar el 2-1 en el descuento para un equipo que buscó la victoria hasta el final.

Es cierto que el penalti se cometió fuera del área, pero el Valdepeñas fue mejor y presentó credenciales para llevarse el partido. Os aconsejo que no os perdáis las declaraciones del técnico del Útica en SER Deportivos. Menudo caballero, me hubiera gustado ver a otros en su lugar. Antonio Pastor "Roger", crack donde los haya.