Licencia para soñar.

Por Cristobal Barrionuevo, aficionado, socio, y abonado del Real Jaén desde siempre. Maestro de Educación Física del colegio San Vicente de Paul y amante del deporte.

Después del pinchazo colectivo de los gallitos del grupo y viendo como está la clasificación, el equipo necesita la victoria contra el Ceuta como agua de mayo para asegurar virtualmente la clasificación para los play-off y mantener viva la llama del ascenso.

A pesar de la última derrota, el equipo está manteniendo una línea regular y se sobrepone rápidamente tanto a los resultados negativos como a las críticas de un sector de la afición. El margen de error de este equipo es mínimo y haga lo que haga siempre hay un “pero”. ¡Qué paciencia el bueno de Cervera! No me extraña que los futbolistas se reivindiquen irónicamente celebrando los goles con la representación de una banda de música.
Muchos seguidores son ventajistas y juegan a ser entrenadores, pero como dice el dicho; ¡qué atrevida es la ignorancia!!

Tenemos que concienciarnos de una vez por todas que este Real Jaén no está concebido a base de talonario como otros equipos del grupo IV y que aunque por afición, equipo y ciudad merece estar en lo más alto, no tiene la obligación moral de ascender de categoría. Siempre he creído que los discursos triunfalistas perjudican a un equipo de fútbol. No nos metamos presión nosotros sólos, dejemos que este fantástico grupo humano de profesionales hagan su trabajo y esperemos a final de temporada para valorar los resultados.

Por último, denunciar el comportamiento negativo de un reducido grupo de aficionados que juegan a ser ultras en los partidos fuera de casa metiéndose con el equipo contrario. Esos no representan a la afición del Real Jaén que siempre se ha caracterizado por su señorío y elegancia.