Desciende el Villargordo.


Se agotaron las opciones. Tras siete temporadas consecutivas en Preferente, el Villargordo regresa a la Primera Regional tras la derrota cosechada en el último partido jugado en Marmolejo frente al Útica.


Ahora mismo, el equipo que entrena Vicente Navarro es 13º con 25 puntos y un partido menos (tiene que recibir al AD Mancha Real, también descendido). Imaginando que el Villargordo ganara los tres partidos que le quedan, y que el Huelma, que es 12º con 34 puntos, perdiera los dos últimos partidos que restan, ambos equipos quedarían empatados a puntos, sin embargo, el Huelma se mantendría a salvo sobre el Villargordo ya que le tienen ganado el goal-average. El Villargordo perdió 2-1 en Huelma, y en el partido jugado en Villargordo, el Huelma aplastó al Villargordo con un contudente 1-4. Por tanto, independientemente de lo que pase en este final de liga, el Villargordo se une a Mancha Real, Hispania y Alcaudete para jugar la próxima temporada en Primera Regional.

A excepción de la temporada 2007/08 en la que el Villargordo navegó en paz terminando incluso la primera vuelta en tercera posición, el equipo que desde hace 25 años preside Juan Antonio Cañas se ha pasado los últimos años coqueteando con el descenso. La principal causa de ello y del desastre final ha sido la poca implicación del plantel durante todo este tiempo, o de eso se han quejado siempre en Villargordo. Como el club mantiene la filosofía de no pagar a sus futbolistas, al menos esa es la versión oficial, éstos faltaban y faltan a los entrenamientos, por lo que la preparación física y táctica presumo que sería muy deficiente. De hecho, ellos mismos se colgaron la etiqueta de sufridores con ese famoso lema de "un equipo para luchar, sufrir, y hacer historia".

El Villargordo, sin una buena preparación por falta de efectivos en los entrenamientos, se ha ido salvando estos años a base de lucha y sufrimiento, sí, pero cuando no estás bien físicamente, dificilmente puedes acabar la liga peleando. Además, este año el Villargordo ha ido arrastrando el lastre de las obras del campo. Sin efectivos y sin campo propio donde entrenar y donde una presunta afición te pueda llevar en volandas la historia se complica aun más, tanto, que este año el corazón del Villargordo se ha fatigado y ha dejado de latir en preferente. Se veía venir...