La marea blanca se desborda

Ya os contará Cristóbal lo bien que lo pasamos en La Victoria la otra tarde y lo bien que jugó su partido el Real Jaén, que a pesar de que se movió a merced del juego azulgrana, dispuso de las ocasiones más claras del partido, suficientes como para llevarse un resultado positivo al Mini Estadi, o Mini Estadio, mejor dicho (detallazo de Realjaen.com). No obstante, el empate a cero no es del todo malo porque obliga al Barça a abrirse para buscar la victoria, que es lo único que les vale para pasar a la siguiente eliminatoria, sin embargo, a nosotros nos basta con un empatito a goles.

Supongo que por eso habrá mucha gente que nos daremos un palizón de autobús para alentar al Real Jaén. Celebrar el pase de ronda en la ciudad condal, pintándole la cara al filial del mejor equipo del mundo en su casa puede ser muy grande. Estoy convencido de que les vamos a eliminar, pero de lo que no me cabe la menor duda es de que, al menos, les vamos a joder las cortinas del salón de casa.

Porque resulta de que el Barça ha intentado hacer del partido una fiesta privada. Al final, casi a última hora, el Barça ha facilitado al Real Jaén unas 500 localidades. De haberlas asegurado antes o haber facilitado más, la afición jienense podría haber maniobrado a sus anchas para conseguir vuelos con precios más asequibles, pero a tres días vista, ese tipo de precios ya no existen. Ahora, el que quiera bajar a ver el partido se tiene que dejar un ojo si quiere ir cómodo y rápido en un avión, y el que no pueda dejárselo pues se tendrá que pegar una paliza de 13 horas en un autobús.

Igual el señor Juan Lapuerta o quien sea, pensó que de esta manera evitarían la riada de aficionados jienenses al Mini Estadio, y conseguir así esa fiesta azulgrana que tanto anhelan. El problema es que la marea blanca se ha desbordado y el Mini Estadio lucirá una enorme mancha blanca (por eso decía que les vamos a joder las cortinas). Lo de Palencia ya fue un auténtico recital de fidelidad, pero lo de esta semana no tiene nombre. El Barça ha ido poniendo diques de contención, pero la afición se ha buscado la vida y al final rozaremos las mil gargantas apoyando al Real Jaén a más de 800 kilómetros de nuestra tierra. Está claro que por aquella zona desconocen la fuerza de la naturaleza blanca.