La Guardia quiere despegar en Huelma.

La Guardia cuenta sus partidos por derrotas, perdió en Santo Tomé por 1-0 y volvió a hincar la rodilla el pasado domingo frente al Guarromán en un partido que comenzó ganando pero que se fue complicando hasta estrellarse finalmente en el minuto noventa, cuando Tato hizo el 1-2 para los de Paco Sabiote. Pudo entrar en los planes la derrota en Santo Tomé, cuna de un equipo serio y batallador que se herigió como revelación del curso anterior con gente como Cristóbal, Frank o Germán, pero sorprendió el pinchazo en casa frente al Guarromán, club que se inscribió en el último suspiro del plazo y cuya pretemporada presumiblemente no ha sido la más idónea.

Asombra, por tanto, este pobre arranque liguero de un equipo que, además de conservar las piezas más importantes de la temporada pasada, ha incorporado a casi la totalidad de la columna vertebral del desaparecido Racing Jaén. Sirva como ejemplo ese once titular que Guti sacó en último partido (imagen), en el que podemos ver a gente como Buyo, Fernando, Carcelén o Rafa Luque, y en el que faltan otros como Astorga, Paco Alcaraz o el mismísimo Víctor Mena, que podría debutar en Huelma.

En cualquier caso, está claro que La Guardia posee argumentos más que suficientes para voltear la situación y sería un grave error encender las alarmas tan pronto. La liga acaba de empezar y Guti tiene equipo para ocupar un papel influyente en el devenir de la competición. Uno de los problemas podría ser el altísimo número de futbolistas que hay en plantilla, pero si el técnico logra gestionar este asunto y todos reman en la misma dirección, La Guardia puede ser uno de los equipos más temibles de la liga, y más aun, cuando vuelvan a jugar en su campo. De momento, la primera misión se llama Huelma.