El Real Jaén vuelve a dispararse en el pie.

El Real Jaén juega el próximo domingo a las 12:00 del medio día y todos sabemos los motivos, no lo vamos a repetir porque no hay ninguna intención de hacer más leña del árbol caído. Además, me parece un horario delicioso para toda esa gente que tiene hipotecada la tarde del domingo con el fútbol provincial. No nos cansamos de repetirlo, si nosotros no apoyamos a nuestros clubs, a los de nuestros pueblos o barrios ¿Quién lo hará? Así que las 12:00 del medio día me parece una hora apetitosa para poder compaginar el Real Jaén, entidad con más socios y seguidores en nuestra provincia, con el resto del fútbol provincial.

Y precisamente ahora es cuando más ayuda necesita nuestro Real Jaén. Moribundo y exhausto, el club blanco suplica un milagro para llegar vivo al final de temporada, entiéndase por vivo a mantener intactas las esperanzas por salvar la categoría. Pero los milagros no se obran sin fe, y nosotros necesitamos fe y dinero, por lo que la intervención divina debería de ser mayúscula. Supongo que todos los ingresos son pocos, pues el Real Jaén no es sólo la electricidad de La Victoria o el salario de la primera plantilla, sino una ristra de ilusiones con forma de niños (como Alberto García) y adolescentes que necesitan viajar y, en algunos casos, subsistir en un piso (como Fran Carnicer, por ejemplo).

Así que no entiendo cómo vuelven a hacer coincidir el partido del juvenil de División de Honor con el partido del primer equipo. Supongo que cualquier buen aficionado del Real Jaén puede sentir interés por: primero, por su equipo, el que juega en La Victoria; segundo, por los chavales que pueden dar el salto en cualquier momento, los que juegan en el Real Jaén B; y tercero, por el principal equipo juvenil, que es el futuro y que, además, juega en la "Primera División" de juveniles. Sí, en la misma categoría que el Barça, el Madrid, el Atleti, el Valencia... solo que nosotros jugamos en el grupo sur, con el Sevilla, Betis, Málaga, Almería, Cádiz, Córdoba... Pienso que el Real Jaén debería de procurar no hacer coincidir a sus buques insígneas, sino aprovecharse de cada uno de ellos y explotar su reclamo. Tal vez la taquilla del División de Honor no da para mucho más que pagar al árbitro o cubrir un viaje, pero menos da una piedra, ¿no?