Huelma no será comparsa.

Los últimos resultados cosechados por el CP Huelma son dignos de mención: primero sorprendió la remontada con que voltearon al Linares de Alfonso López Simarro, y el pasado domingo consiguieron rasgar un punto en el difícil campo de Baeza, dos resultados inesperados para un equipo que desde el inicio de la temporada lleva colgado el cartel de candidato para el descenso. No obstante, Huelma está cumpliendo también con el otro guión adjudicado para esta Preferente, aquel que reserva al humilde la posibilidad de organizar un motín en casa para robarle puntos a los favoritos.

Y así sucedió que el CP Huelma robó tres puntos al Linares y dos al Baeza. Importantes ambos partidos, la gesta ante el club azulillo pasará a formar parte de las históricas hazañas en aquella tierra, porque además, la victoria vino en forma de remontada y en el último minuto, para aumentar, si cabe, el componente romántico. Joselillo y Maki hicieron los goles ante un histórico de nuestra provincia que comenzó ganando con gol de Carlos Ortega. Aunque ya han pasado dos semanas, aun me pregunto cómo se le puede escapar una ventaja así a todo un Linares, a un equipo de Simarro. Sólo encuentro una respuesta, y es corta y clara: fútbol.

Efectivamente, así es el deporte y así es el fútbol, que a diferencia de cualquier otro espectáculo, tiene una capacidad única para cambiar el argumento en cualquier instante y bajo cualquier circustancia. El Huelma volvió a confirmar que nada es imposible, tumbó a Goliat y marchó a Baeza para reventar otra fiesta. No, este año no hay equipo fácil ni estadio vulnerable, y aunque el Huelma no ha perdido su papel de aspirante al descenso, en estas dos semanas nos lanzan un aviso de advertencia: no serán comparsa de nadie.