
Y así sucedió que el CP Huelma robó tres puntos al Linares y dos al Baeza. Importantes ambos partidos, la gesta ante el club azulillo pasará a formar parte de las históricas hazañas en aquella tierra, porque además, la victoria vino en forma de remontada y en el último minuto, para aumentar, si cabe, el componente romántico. Joselillo y Maki hicieron los goles ante un histórico de nuestra provincia que comenzó ganando con gol de Carlos Ortega. Aunque ya han pasado dos semanas, aun me pregunto cómo se le puede escapar una ventaja así a todo un Linares, a un equipo de Simarro. Sólo encuentro una respuesta, y es corta y clara: fútbol.
Efectivamente, así es el deporte y así es el fútbol, que a diferencia de cualquier otro espectáculo, tiene una capacidad única para cambiar el argumento en cualquier instante y bajo cualquier circustancia. El Huelma volvió a confirmar que nada es imposible, tumbó a Goliat y marchó a Baeza para reventar otra fiesta. No, este año no hay equipo fácil ni estadio vulnerable, y aunque el Huelma no ha perdido su papel de aspirante al descenso, en estas dos semanas nos lanzan un aviso de advertencia: no serán comparsa de nadie.