Javilillo regresa a Valdepeñas.

Empezó a entrenar con La Guardia en pretemporada, pero unas molestias en una de sus rodillas le obligaron a interrumpir su preparación física para, más tarde, tomar la decisión de retirarse a descansar durante esta temporada. Ahora el Valdepeñas llama a su puerta y no puede negarse. Javilillo ya está entrenando y pronto volveremos a verle vestido de corto.

Se trata de un extremo ambidiestro cuyo promedio goleador rondaba las once dianas por temporada. Sus goles ayudaron a equipos como La Guardia, Los Villares y, en los últimos años, al Valdepeñas, donde ha vivido muy buenos momentos. Como al familiar que vuelve a casa después de mucho tiempo, no preguntarán donde estuvo ni el por qué de su ausencia, simplemente le esperan con los brazos abiertos y con la esperanza de que traiga el zurrón cargado de goles, porque los necesitan.

El Valde ha salido muy perjudicado de ese calvario que el calendario, caprichoso, ha dejado este año para quien lo pueda aguantar, un mes negro en el que todo equipo de la preferente ha de enfrentarse al Iliturgi, Linares, Baeza y Vilches. Todos seguidos y sin anestesia, y en este ejercicio el Valdepeñas ha fracasado en todos sus envites, ha encajado diecinueve goles y sólo ha marcado cuatro. Únicamente el empate previo con La Guardia evita su confirmación como peor equipo del mes de octubre, galardón que obtiene un Castillo que no ha conseguido puntuar en todo el mes. Efectivamente, Javilillo puede dar más fuerza a un Valdepeñas que tiene que empezar de cero el próximo fin de semana para salir de los puestos de descenso.