Milán-Real Madrid: material educativo

Lo que ha pasado esta noche en San Siro no es normal. Que nadie se equivoque, Howard Webb no es mal árbitro, es un sinvergüenza. Lo suyo no son errores, son decisiones siniestramente determinadas que acaso pertenecen a un plan maquiabélico previamente estudiado y elaborado. Me pregunto qué problema tiene este sujeto contra nosotros. Y me incluyo, porque aunque reconozco un punto de felicidad en mi interior cada vez que palma el Real Madrid, os confieso que hoy he saltado del sillón para gritar el gol de Pedro León. Efectivamente, odio las injusticias, y este inglés, sargento de policía y tunante en los estadios de fútbol, ha pretendido hurtarnos por partida doble. Primero lo intentó en Sudáfrica, pero fuimos campeones; hoy en Italia, pero nos hemos clasificado.

El Madrid luchó contra todo: la maldición de San Siro y su ambiente, contra Webb, y contra el Milán de Gatusso e Inzaghi. Eso fue el Milán: su entorno y dos veteranos de guerra, nunca mejor dicho. Gatusso abandera la agresividad que ha mantenido vivo al Milán durante el partido, una combatividad que rayaba la provocación y la ilegalidad. Y en la última media hora salió Inzaghi para terminar de incendiar un partido que hasta entonces resultó plácido para el Madrid. La primera acción del ariete italiano fue agredir a Xabi Alonso, una expulsión que perdonó el tirano vestido de amarillo. Inzagui sabía que no le expulsarían y comenzó así la revuelta rossonera. Sabía que no había otra manera de voltear el partido, que el Milán no tiene otras armas... Inzaghi sabía lo que tenía que hacer y sabía también que su cómplice británico lo consentiría. Quien debió ser expulsado se encargó de hacer los dos goles, uno en claro fuera de juego, por cierto.

De todos modos el Madrid ya está en octavos y deja, además, el vídeo del partido como material educativo. Digo esto porque suelo poner al Barça como ejemplo para mi equipito de alevines. Estoy enamorado del juego de los de Pep y me flipa que mis niños lo sepan admirar. Pero hay otra cosa que siempre les digo, que "siempre hay que mantener la cabeza fría y no perder la compostura bajo ninguna circunstancia, ya sean errores arbitrales garrafales, o entradas y provocaciones del contrario." Hoy el Madrid nos dejó una primera parte de fútbol delicioso, y un segundo período en el que supo mantener la compostura ante la provocación arbitral y las salvajes entradas del contrario. Y todo, personificado en la figura de Xabi Alonso, que aunque volvió a ser agredido de manera infame tanto por el contrario como por el mismo árbitro, supo mantener la calma y la compostura. Hoy, el Milán-Real Madrid ha expuesto dos claros ejemplos de cómo hay que ser, y de cómo no hay que ser. Un vídeo para ponérselo a los niños...