El Linares atenúa su poderío.

Beas de Segura 2-1 Linares.

Linares tiene un gran equipo pero no es invencible. El conjunto de Alfonso López Simarro fue doblegado ayer en Beas de Segura por segunda vez en toda la temporada y confirma que la máquina perfecta de Linarejos puede ser saboteada en algunos campos de la provincia. Huelma y Beas ya conocen la fórmula, Los Villares e Iliturgi se quedaron en el intento. Los azulillos ya se han dejado diez puntos en la primera vuelta (siempre como visitante) y esta tarde podrían perder el liderato si el Baeza gana en su campo al Iliturgi.

Pero no entiendo el nerviosismo que se está generando en algunos foros, no creo que la situación sea de tal gravedad como para que la afición azulilla se sume al estado de alarma. Siguen siendo el mejor equipo de la categoría y sigo convencido de que serán campeones y ascenderán. Eso sí, que nadie espere un paseo militar del Linares por la provincia porque esto es fútbol y hasta el equipo más modesto puede sorprender al más poderoso. Además, ya lo avisó Simarro en el primer partido de liga cuando ganaron 0-3 en Vilches: "Que nadie espere un paseo este año porque la categoría será muy dura."

El tropiezo de Beas sólo viene a demostrar que no son inmortales. Viene a confirmar que este histórico es, a día de hoy, un equipo de preferente que sigue creciendo paso a paso hasta volver a su posición natural. Sí, es verdad que son los mejores, que tienen plantilla de otra categoría y que son la mayor atracción de la temporada. Por supuesto que este último resultado sorprende por inesperado, pero no olvidemos que esto es fútbol, y que en fútbol, poco cuenta la historia, el escudo o la camiseta, al final todo se resume a un partido de once contra once. Quien piense que este tropiezo es una falta al honor del club, acaso está pecando de prepotencia...

Prepotencia, todo lo contrario a lo que predica Alfonso López Simarro, que desde el inicio no se ha cansado de insistir en el trabajo, el respeto y la prudencia. Conozco entrenadores que, sin haberle empatado a nadie, miran por encima del hombro a otros equipos. Sin embargo el actual técnico azulillo, que podría permitirse ese lujo e incluso el apodo de "Rey de Copas", elude y esquiva sus propios méritos convencido de que sólo importa el trabajo del presente. Ahora leo atónito cómo algunos aficionados piden su cabeza y le acusan casi de incompetente; cómo algunos juzgan y recetan a un tío que sale a título por temporada y que, ni por esas, pierde la humildad. Creo que Simarro merece un respeto, al fin y al cabo, es un linarense al rescate de su club.