
Junto al Racing Jaén, que se fue al limbo, y el Villanueva que estuvo cerca, Guarromán fue el otro club que barajó la posibilidad de la desaparición en el mes de agosto después de cerrar una temporada notable. Pero finalmente decidieron aventurarse y entrar en competición, pues no querían tirar por la borda todo el trabajo de la liga anterior en la que consiguieron la permanencia y convirtieron su estadio en un fortín inexpugnable. El
Y ahora se quedan sin su campo, un terreno de albero en el que sólo cuatro equipos han logrado vencer en las cuatro últimas temporadas: Ibros en 2008, y Racing, Carolinense e Iliturgi en 2010. Sólo cuatro derrotas en casa en cuatro temporadas, sencillamente impresionante. Así que Guarromán perderá su mejor arma durante unos meses, tiempo en que se llevará a cabo la remodelación del estadio, tiempo en que tendrán que entrenar y jugar en otras instalaciones, en otro pueblo (Baños), sin un vestuario propio. Y a esto hay que sumarle, como bien decía Paco Sabiote en antena, el problema de la temporada de aceituna, ya que todos los jugadores tendrán que viajar hasta otro pueblo para entrenar en otro campo después de un duro día de trabajo en el olivar... En cualquier caso, y a pesar de todos estos problemas, apuesto a que Guarromán no desciende.