Pasado mañana asistiremos al duelo más colosal que se puede ver durante estas fechas en la provincia de Jaén. Por supuesto que la Copa nos ha ido dejando eliminatorias hermosas en todas y cada una de sus ediciones, así es la competición del KO, tan emocionante y apasionada que recoge la esencia más pura de este deporte, pero aunque los hubo tremendos, el partido que se nos viene encima este fin de semana no tiene parangón. Real Jaén B frente a Los Villares, dos equipos extraordinarios que zanjaron con tablas su primer envite para resolverlo todo en el escenario perfecto, un estadio de La Victoria que ha visto fútbol de Segunda División, la casa de un club con 88 años de historia.
El Real Jaén B está plagado de jóvenes talentos recién nacidos en los escalafones inferiores, futuras promesas de nuestra tierra que sueñan con irrumpir en el mundo del fútbol profesional. Chicos preparados, hambrientos, y cargados de ilusión, un cóctel peligroso para quien ose cruzarse en el camino. Desgraciadamente, en el club saben lo que es toparse con filiales. Y en frente, una legión de rebeldes que buscará reivindicarse allí donde un día soñaron llegar, y donde ahora se buscan buenos futbolistas de la provincia para un proyecto humilde pero estable. Los Villares comparecerá con una plantilla basada en gente como Germán, Miguelín, Jaime, Mutiu, Pi, Guerrero, Isaac, Manolín o Jacob, futbolistas formados en el Real Jaén que volverán a casa para llevarse este choque entre generaciones: Los que están, y quieren ser, frente a los que estuvieron, y pudieron ser. El Jaén B frente al Jaén C, he leído en algún foro. Pero en realidad, el Jaén B se mide a un pueblo que tiene una cita con la historia.