ENTREVISTA: Simarro. Parte 2/2


En esta segunda parte de la entrevista, Alfonso López Simarro nos habla de su última etapa como entrenador del Linares Deportivo, mostrándose muy dolido y asegurando sentirse traicionado por su entorno más cercano dentro del club. Simarro fue cesado un 21 de febrero tras empatar en Villanueva del Arzobispo, y entonces la directiva azulilla aseguró que la decisión se tomaba por "los malos resultados y la pobre imagen que estaba dando el equipo en las últimas jornadas." Sin embargo, el club marchaba líder y era, virtualmente, equipo de Primera Andaluza.
Había algo más, nadie quiso perturbar la estabilidad del equipo en unos momentos decisivos para consumar el ascenso de categoría, pero las tensiones en el seno del club eran insoportables. Tres meses después, Simarro se sincera, cuenta lo que motivó su salida del club, y opina sobre la continuidad de Torres como entrenador del Linares.

¿Por qué sale un entrenador de su categoría por la puerta de atrás del Linares?
Un entrenador que ha conseguido los números que yo he logrado en los casi dos años que me han dejado estar aquí no puede salir por otra puerta que no sea la grande, y con la cabeza muy alta. Otra cosa es que algunos se hayan empeñado en que esto no fuese de este modo, pero a la gente del fútbol no la pueden engañar. De hecho, hace dos fines de semana hubo un congreso internacional de fútbol en Sevilla y allí nos juntamos unos 1600 entrenadores de Andalucía y de otras Federaciones, y te puedo asegurar que hubo muchísima gente (entrenadores, federativos y jugadores) que no dejaban de hablar de esa situación totalmente ilógica y sin ningún sentido. Me sorprendí porque a muchos de ellos no les conocía.

Lo cierto es que usted lo ganó todo y estaba en el camino de volver a ganarlo todo también este año, ¿Qué sucedió?
Esta temporada el ascenso estaba virtualmente conseguido, era cuestión de semanas: algunos puntos de ventaja, calendario, enfrentamientos directos entre nuestros perseguidores... la verdad es que se presagiaba el ascenso y ellos lo sabían, pero después de la rueda de prensa del partido ante el Huelma aquí en Linarejos (ganamos 5-0), un compañero tuyo de la prensa me preguntó que si me encontraba a gusto, y yo respondí con toda la sinceridad del mundo. Dije que no, y que si en esos momentos me hubieran ofrecido la renovación, la habría denegado. En esos momentos traté de buscar mayor unión entre todas las partes. El presidente no sabe cómo entreno yo, no a ido a ver ni un solo entrenamiento en dos años, y del resto de directivos casi podría decir lo mismo. ¿Cómo pueden saber la clase de entrenador que soy? pues por lo que le dicen los chivatos de turno, gente de mala fe que solo buscan sus propios intereses. Aquellas declaraciones no fueron entendidas por ellos y no me las perdonaron, de hecho quisieron cesarme en aquellos momentos e incluso en aquellos días ya se dijo públicamente que mi sustituto sería el señor Torres. Pensaron que perderíamos el siguiente partido en Porcuna, pero hicimos un gran encuentro ante un buen rival y vencimos por 0-4. Así que estaban esperando el más mínimo tropiezo para echarme y así fue. Más tarde empatamos en Villanueva un partido que debíamos de haber ganado. Incluso el Barcelona, campeón de Europa y de Liga, perdió en casa frente al Hércules, pero esta gente no entiende que en el fútbol existen este tipo de "accidentes" y que no siempre se puede salir victorioso. Si en aquel momento hubieran mirado nuestros números, que eran de los mejores en toda España y en cualquier competición, es muy posible que hubieran reflexionado al menos 24 horas y seguro que no habrían tomado esa decisión.

¿Por qué empezó a sentirse incómodo?
Cuando hice el curso de entrenador Nacional, tuve la suerte de tener grandes profesores: Iñaqui Sáez (Ex-seleccionador nacional), Lorenzo Buenaventura (actual preparador físico del Barça y principal responsable del enorme trabajo de presión que efectúa el equipo de Guardiola en todo el terreno), Mariano Moreno, etc. Pero hay uno del que guardo un gran recuerdo: Santiago Coca, ex-psicólogo de la Real Federación Española de Fútbol y del Real Madrid que fue mi profesor en la asignatura de dirección de equipos. Santiago Coca nos decía que uno de los principales problemas que tenemos los entrenadores es el "Puentismo", es decir, que te hagan el puente entre las personas que están por debajo de tí en cl club (ayudantes, jugadores, etc) y los que están por encima (directivos). Sobre este "Puentismo", Santiago decía que el entrenador está absolutamente a merced de estás personas, y explicaba que se pueden dar dos situaciones: a) Los puentistas suelen ser personas traicioneras, cobardes, mentirosas, poco trabajadoras, con un coeficiente intelectual justo y que lo único que persiguen es alcanzar objetivos a cualquier precio, los "Pupa", como decía Santiago ("Pu" de "puentista" y "pa" de "parásitos"); b) El entrenador "puenteado", al igual que el cornudo, es el último en enterarse.
Bien, pues en cierto momento, semanas antes de las célebres declaraciones del partido del Huelma, me enteré de que estaba siendo "puenteado". Hablé con alguno de ellos para intentar solucionarlo, pero nada más lejos de la realidad. Con esas declaraciones intenté transmitir el mensaje, pero no lo entendieron, aunque también es posible que no me explicara bien.

¿Está dolido?
LLevo muchos años entrenando y se que los entrenadores dependemos fundamental y únicamente de los resultados, pero cuando los números son irrefutables, no puedes entender lo que ha sucedido. Empecé este proyecto con una ilusión enorme, tuve que convencer del mismo a mucha gente, principalmente a jugadores. Comenzamos a entrenar en un parque, dejé el proyecto más importante de mi vida deportiva para iniciar este, el de mi pueblo. Las cosas iban de maravilla en el plano deportivo y estoy convencido de que en varios años habría llevado al club a categoría nacional, con un plan económico a corde con nuestras posibilidades... Y he metido a personas conmigo que luego me han traicionado. ¿Crees que tengo algún motivo para estar dolido?

Intuyo que le ha decepcionado alguien...
Es evidente que sí, pero la gente que de verdad me conoce es la que realmente me importa.

¿Le ha cambiado, como persona y como entrenador, su última etapa en el Linares?
Todas las experiencias que vives, buenas o malas, te maduran tanto en lo personal como en lo profesional.

¿Es el año en el que más ha aprendido?
He procurado aprender todos los años y en todos los equipos donde he tenido la suerte de entrenar.

¿Qué ha aprendido en esta etapa?
Hay algo fundamental que he aprendido: para tener contigo alguien que te ayude, ha de ser una persona de tu total confianza. Hasta ahora, en todos los equipos donde había entrenado fue así. En esta ocasión está claro que me he equivocado.

Parece que Torres seguirá al frente del equipo la próxima temporada, ¿Qué le parece?
Que ha conseguido lo que perseguía por el camino más corto y no teniendo ningún tipo de escrúpulos para ello.

¿Sigue yendo al fútbol?
Aquí en Linares no, por razones obvias, pero no he dejado de ver partidos en todas las categorías: 1ª Regional, Andaluza, Preferente, Tercera... e incluso estuve presenciando un Betis-Tenerife donde el equipo sevillano, del que soy un gran seguidor, consiguió el ascenso virtual tras ganar por 3-1. También presencié un Málaga-Almería de Primera División o un Sevilla-Villarreal de Copa. Evidentemente, no puedo dejar de ver fútbol, porque como te dije al principio de la entrevista, es parte importante de mi vida.

No pudo despedirse del aficionado azulillo, ¿Quiere dejarle algún mensaje desde este humilde rincón de internet?
Solo quiero decirles que siento mucho no poder seguir trabajando para ellos. Y por supuesto, quiero darles las gracias porque la mayoría de ellos han tenido un comportamiento extraordinario conmigo, así que solo tengo palabras de agradecimiento.