Linares, Villacarrillo, y la misteriosa calma de Los Villares.

Linares y Villacarrillo parecen librar una especie de batalla pacífica no declarada por tratar de conseguir a los mejores futbolistas del mercado, la idea de ambos es caminar con autoridad y firmeza sobre una tierra cenagosa como es la Primera Andaluza. En esta categoría, o estás arriba, o no estás. Los viajes son largos, múltiples, y por tanto, el futbolista pide compensación a cambio de su compromiso. Así que los clubs necesitan, además de los cuatro patrocinadores de turno, a una afición que acuda en masa al estadio. La taquilla es clave. Si el aficionado no aporta su granito de arena con abonos y entradas, la economía del club se tambalea, así que es fundamental enganchar a la gente para que arrime el hombro. En este sentido he venido observando que, por lo general, la gente va al fútbol cuando el equipo saca resultados, de ahí la importancia de hacer un equipazo. En Andaluza, o estás arriba, o no estás.

Y mientras Linares y Villacarrillo van dibujando sus plantillas, estaba pensando que echo en falta el movimiento de fichajes en Los Villares, otro equipo que viene funcionando los últimos años a base de esta especie de selecciones provinciales. Cada año, la directiva villariega viene pescando con muy buen gusto en este mercado veraniego, sin embargo, a estas alturas aun no se le conocen grandes maniobras o cambios en el equipo. Extraño. Casi podría descartar por completo la hipótesis de un cambio repentino de política, allí lo tienen claro: "si de esta manera llenamos el campo, este es el camino". Razón no les falta, por mucho que otros opinemos de forma distinta, por eso resulta misterioso que en las tertulias nadie conozca movimiento alguno.

Sin embargo, alguien cercano a la directiva me aseguró no hace mucho que el próximo entrenador del equipo tiene nombre propio: José María Cidoncha. Me quedé pensando un momento. Cidoncha es un ex-futbolista profesional, ha jugado en Primera División, hizo un gol al Real Madrid en la heróica noche de Toledo, ha sido capitán del Real Jaén, vivió las promociones del Linares... Marchó a Vitoria para encargarse de la dirección deportiva del histórico Alavés y ahora entrena chavales con los que ha cerrado una excelente campaña. En Los Villares agrada este perfil de hombre de fútbol, así que tal vez no es una idea descabellada. El actual entrenador ha gozado de cuatro maravillosos años y tal vez alguien ha pensado en un cambio de ciclo... Igual ésta es la explicación a tanto sosiego, o igual no. Esperaremos.