VALDEPEÑAS persigue su viejo sueño: CHINO y PEDRITO.

En Valdepeñas llevan años apostando fuerte por la cantera. Tras aquel equipo dirigido por José María Hornos que ganó dos Copas del Subdelegado a principios de la década, nació la Primera Andaluza y el Valde quedó clasificado en la primeras posiciones de la Preferente, por lo que fue reclutado para poder formar esa nueva categoría. Su etapa en tierras malagueñas no fue nada positiva, y el club sufrió una cornada de dos trayectorias que afectó el ámbito económico y el deportivo (sólo consiguió seis puntos en treinta partidos). Su paso por Primera Andaluza significó un antes y un después, la cantera se convirtió en el eje sobre el que iba a girar la filosofía del club en los años sucesivos.

Y en esas están, sacando nuevos futbolistas en cada temporada que pasa, desde aquel joven "Chino" que emergía en 2004, hasta los Miguel, Ariza, Lelo, Guili o Capu de ahora, pasando por los ya consagrados Elías, Sansaloni, Manolo, Juli o Juanma. A la primera plantilla del club llega cada verano un alumno aventajado recién salido de juveniles o cadetes, y así, el Valdepeñas ha conseguido formar un equipo integrado por sus chavales, su gente. Un equipo que acumula años en Preferente y se alza sobre el resto como el club con más años consecutivos en la categoría. En esta campaña que ya se ha ido, Valdepeñas contó, a lo largo de todo el año, con 22 fichas valdepeñeras y sólo cinco jugadores foráneos.

Un éxito rotundo y un orgullo profundo, porque todo lo que están haciendo lo están consiguiendo con gente de la tierra, como producto de muchos años de trabajo en los escalafones inferiores. Pero a pesar de todo esto, en Valdepeñas no paran de preguntarse cuál sería su techo si pudieran contar con sus más valiosas perlas: Chino y Pedrito. Un medio centro soberbio, llegador, y con una técnica exquisita; y un delantero rápido, habilidoso y goleador. Ambos valdepeñeros, nacidos y criados allí, pero que ahora defienden la camiseta del pueblo vecino.
Desde Valdepeñas ya les han llamado esperanzados en su vuelta, mientras que Los Villares sigue en su letargo, sin hacer movimientos, a la espera de una asamblea que dictamine el futuro del club.