Valdepeñas firma su peor arranque liguero.

Creo que la última vez que vi colista al Valdepeñas fue en su periplo por la Primera Andaluza, corría la temporada 2004/2005. Aquel año se formó la categoría autonómica con ocho equipos jiennenses y otros ocho malagueños, pero quedó patente que nuestros clubs no estaban preparados para una aventura como esa. Al final de la liga, los cuatro puestos de descenso fueron ocupados por equipos de nuestra tierra: Martos, Alcalá, Uja y Valdepeñas. El Valde fue colista, sólo consiguió seis puntos, y a partir de ese momento apostó fuertemente por la cantera.

Ahora el Valde es un equipo consolidado en la Preferente, siendo el club que más temporadas consecutivas lleva en la categoría (contando a todos los que actualmente compiten). Pero este año han firmado el peor arranque liguero de su historia reciente, dato que recae como una pesada losa sobre las espaldas de una plantilla con 23 años de edad media. Curioso, puesto que las incorporaciones de Chino y Pedrito (que finalmente no estará por lesión) barruntaban un ejercicio feliz y prometedor. Sin embargo, esto de comenzar con dudas no es algo nuevo para Valdepeñas.

Y es que el equipo suele resentirse de manera importante durante los primeros meses de competición. Tradicionalmente, en estas fechas los vecinos de Valdepeñas viajan hasta Francia para trabajar en la vendimia o la manzana, circunstancia que deja mermado a un club de fútbol basado en futbolistas de su pueblo. Así que con media plantilla inoperante, al Valde le viene costando sangre, sudor y lágrimas mantener el tipo en el primer tercio de la liga, pero la situación de este año parece más preocupante de lo normal. Espero y deseo que pronto inicien el despegue y salgan de ahí cuanto antes, como siempre han hecho. Primero, porque admiro su apuesta de cantera; y segundo, porque me va en la sangre.