El Atlético Porcuna sufrió el pasado martes la goleada más abultada que se ha registrado en la Regional Preferente en lo que llevamos de liga, seguida por el 1-7 encajado por el Villargordo ante el Torredonjimeno en la primera jornada de liga, o por el 7-1 que sufrió Navas de San Juan, precisamente, ante el Atlético Porcuna en la séptima jornada. Esta nueva paliza (0-7) trajo la firma de Los Villares, que se aprovechó del empate del Torredonjimeno para incrementar su ventaja sobre los toxirianos en cinco puntos, mientras que el Porcuna sumó su cuarto partido sin conocer la victoria y se descuelga definitivamente de los puestos altos de la clasificación.
Cierto es que Los Villares tiene, probablemente, la mejor plantilla de la categoría, y que los porcuneros arrastran graves lesiones en jugadores clave del equipo, pero estoy convencido de que nadie esperaba un resultado como este. Ningún aficionado al fútbol provincial podía haber previsto una hecatombe de tales dimensiones, y mucho menos, si tenemos en cuenta que el Atlético Porcuna llevaba sin perder un partido de liga en casa desde el 20 de marzo de 2011, hace casi un año. Es evidente que el equipo está mermado, pero lesiones y sanciones forman parte del espectáculo y acaso esto propicia nuevas oportunidades para jugadores que persiguen un puesto entre los más habituales.
El desastre deportivo ante Los Villares supone un nuevo toque de atención para una plantilla que, antes de este partido, recibió una advertencia en forma de bronca procedente de su presidente, Andrés Salas: "El Atlético Porcuna tiene plantilla para estar más arriba en la tabla, pero nuestros jugadores están dejando mucho que desear. Mi directiva y yo nos destrozamos cada semana para conseguir que a final de mes los jugadores cobren religiosamente lo pactado, pero ellos no están cumpliendo con su cometido, que no es otro que dejarse la piel por la camiseta y el escudo del Porcuna. La afición y el pueblo merecen más compromiso por parte de los jugadores", aseguró el presidente.
El próximo domingo el Porcuna visita al Iliturgi con diez puntos de por medio pero con una rivalidad importante, lo que brinda una oportunidad única para establecer un nuevo punto de inflexión.
El próximo domingo el Porcuna visita al Iliturgi con diez puntos de por medio pero con una rivalidad importante, lo que brinda una oportunidad única para establecer un nuevo punto de inflexión.