Mancha Real también cayó.

Jamás habría arriesgado un sólo céntimo por el regreso de la AD Mancha Real a la Primera Regional, lo que significa que debo de mantener las apuestas muy lejos de mis aficiones. No obstante, dudo que alguien en esta provincia hubiera imaginado el descenso de un equipo capaz de sacar 19 puntos lejos de su estadio, cerrando la temporada como el tercer mejor visitante de la liga tras Los Villares y Torredonjimeno. El colapso se ha producido en casa, en un estadio de La Juventud donde la AD Mancha Real ha sido incapaz de rentabilizar sus conquistas. Los 14 puntos (cuatro victorias y dos empates) conseguidos en su campo han terminado sentenciando a, según cuentan sus rivales, uno de los equipos más organizados de la liga y a uno de los entrenadores mejor valorados.

Reconozco que es difícil asimilar los datos. Cómo un equipo que se crece lejos de su gente, puede venirse abajo en cuestión de una semana hasta el punto de encontrar su condena en el campo donde entrena, es una cuestión de compleja explicación. Uno de los motivos podría ser la presión, teoría que queda desmontada si tenemos en cuenta que este club tiene como principal y único objetivo la formación de jugadores que, en un momento dado, puedan nutrir al primer equipo del pueblo, el Atlético Mancha Real.

Precisamente puede que esa sea una de las causas del descenso, y es que en rara ocasión Antonio Calet ha podido disponer de todos sus efectivos para configurar un once titular. A lo largo de la temporada, el entrenador del Atlético Mancha Real, Fernando Campos, ha precisado los servicios de varios futbolistas procedentes de su club filial, por lo que, a pesar del descenso, podría decirse que la Asociación Deportiva ha cumplido su objetivo. No obstante, no me cabe la menor duda de que la próxima temporada volverán a competir por el ascenso a Preferente, porque no es lo mismo formar jugadores en Preferente que en Primera Provincial.