QUE SUENE CON FUERZA.


Os voy a confesar una frikada. De vez en cuando, me encanta abrir la aplicación Google Earth para viajar en un "click" a ciudades como Nueva York o San Francisco. Ya he palpado el frío polar de Alaska; he volado sobre las costas de Dubai y he comprobado lo de puta madre que deben de estar allí; he navegado sin rumbo por el Océano Pacífico y me he encontrado, en medio de ninguna parte, la isla de Hawai; y he desafiado varias veces los límites de nuestro planeta cruzando el Cabo de Hornos. Y os digo más, si algún día os apetece ver un partido de la Premier en directo, creo que os podría llevar hasta la mismísima puerta de Old Trafford, Stamford Bridge, o Anfield. En fin, la hostia.

El caso es que, mientras escuchaba las declaraciones de la Espe sobre la Final de Copa, pensé que la pitada que le van a dedicar al himno nacional en mi querido Vicente Calderón la van a escuchar en Wellington, capital de Nueva Zelanda. En mi opinión, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha cometido una torpeza importante al sugerir la suspensión del partido cuando los tropecientos cabestros de turno se pongan a silbar y a abuchear el himno de su propio país. Esto es algo que iba a suceder de todos modos, pero tengo la sensación de que, tras las palabras de Esperanza Aguirre, el número de tontos por metro cuadrado se va a multiplicar por diez.

De todos modos, como decía Piqué, supongo que en España tenemos problemas mucho más graves. Sin embargo, lo que a mí realmente me sobrecoge es la cara dura que muestran algunos dirigentes a la hora de justificar esos abucheos. El argumento más usado es el de "Libertad de Expresión", porque resulta que, ahora, pitar y abuchear es libertad de expresión. Pues lo siento pero no. Lo que va a suceder esta noche en el Vicente Calderón no es libertad de expresión, sino una perfecta falta de respeto hacia el himno de una nación. La educación brillará por su ausencia, y estaba pensando en el mensaje que estos politicuchos modernos y enchufados del tres al cuarto, que defienden el atropello de esta noche, están enviando hacia los niños de este país: "Chavalotes, si no os identificáis con algo, humilladlo y abroncadlo."

"No seáis tolerantes. Pitad al himno nacional, despreciad al musulmán que practica el Ramadán, escupid en las capas de los penitentes que ocupan vuestras calles en Semana Santa, ofended a los maricones y lesbianas que se crucen a vuestro paso, insultad a los negros que venden discos en la calle, y provocad a los aficionados del equipo rival hasta rozar la batalla campal. Total, si eso es lo que sienten vuestros corazones, hacedlo y que ningún fascista de mierda os arranque vuestra libertad de expresión."

Pues ojalá que los niños ignoren a estos mequetrefes, y ojalá que esos bafles que están instalando en el Calderón funcionen de maravilla, para que la falta de educación apenas se note, y que el Himno de España retumbe con tanta fuerza que sea detectado por el sismógrafo de Granada.