EL GADITANO JIENENSE.

No he sido un aficionado ejemplar de bajar a La Victoria cada domingo, básicamente, porque lo que me incumbe ha sido más bien el fútbol provincial, y resulta que los partidos del Real Jaén siempre han coincidido con un Villargordo-La Guardia o un Valdepeñas-Los Villares, que también tienen su aquel. Pero reconozco que de vez en cuando sí que me he permitido el lujo de escaparme con mi hermano para ver algún partido guapo de los blancos. Nos divertíamos. El Jaén nos ha entretenido y luego ilusionado. Entró en fase de ascenso caminando de puntillas, silbando y mirando hacia otro lado, como el que no quiere la cosa. Jugando de maravilla. Fue una temporada estupenda.

Y recuerdo que desde nuestro asiento alto y centrado de la Preferencia, siempre nos llamó la atención el medio centro que jugaba por delante de la defensa y con el número 3, el tal Jose Mari. El tipo siempre estaba bien situado y tenía soluciones para todo. Daba salida a los de atrás, enlazaba con los de arriba, daba pausa al juego o aceleraba el ritmo según las circunstancias, y si había que apagar un fuego, por allí aparecía el número 3, veloz y fuerte al cruce, pero siempre con una elegancia impropia de la 2ªB. Sin dar nunca un mal pelotazo. Un espectáculo. "Y además es un tío cojonudo", me contaba Eduardo.

Pues hace unos días me enteré de que se pira al Zaragoza, y movido por la curiosidad, encontré en la web oficial del Real Jaén una carta que ha escrito para despedirse de la afición. No recuerdo que algún otro futbolista, pasado a mejor vida, nos haya dejado unas palabras de despedida y agradecimiento. No es algo necesario, pero demuestra la clase de persona que es: auténtico, noble. Aquí os la dejo, la carta de un "gaditano jienense". Ya tenemos a otro de los nuestros en Primera División.


"En la habitación de mi hotel y tras hacerme el reconocimiento médico en el que será mi nuevo club, me vienen a la cabeza tantas vivencias que sería incapaz de encontrar una palabra con la que pudiera describiros mi estado de ánimo. Lleno de ilusiones y con la tristeza de dejar atrás el equipo que me ha hecho grande, busco una manera de agradeceros cada minuto que he vivido en el Real Jaén. Recuerdo como si fuese hoy, la llegada a Jaén en un año en el que todos quisimos triunfar y en el que todos pasamos necesidades, me cuesta recordar sin emocionarme como nos ayudasteis a sobrevivir aquella primera temporada como a nivel personal cada uno de vosotros nos hizo sentirnos capaces de poder seguir adelante y cada día que pasa tengo más claro que sin vosotros los aficionados, los jienenses y vuestra ilusión hubiese sido imposible. Fuisteis los que nos levantasteis cada día y fue por vosotros por los que salimos al campo a pesar de las dificultades.

Acabó la temporada y decidí apostar de nuevo por la ciudad que me tendió la mano, nací en Cádiz y he vivido en Rota, pasé por Murcia y sin duda Jaén será mi casa, Jaén estará en mi corazón allá donde vaya y con mucho orgullo podré decir que el Jaén me hizo el futbolista que soy. Sueño con vestir la camiseta del Zaragoza en Primera División fundamentalmente para que cada uno de vosotros sepáis que ese será un éxito vuestro porque Jose Mari nunca habría sido Jose Mari sin el Real Jaén y sin cada uno de los aficionados que me habéis tendido la mano y me habéis cantado en cada momento. Nunca olvidaré esa grada en Ponferrada cuando la liguilla se nos había ido, cuando no pudimos daros lo que tanto merecéis y aún así vuestras voces cantaban mi nombre. No podré jamás agradeceros lo suficiente lo que me habéis hecho sentir y por ese motivo esté donde esté iréis siempre conmigo. No quiero olvidarme de nadie porque el sueño que empieza para mi es de cada compañero, de la dirección deportiva, del míster y de todos los que habéis coreado mi nombre. Así que espero que me acompañéis en esta nueva aventura, que os sintáis orgullosos de lo que me habéis dado porque sin duda yo en cada partido, en cada minuto y durante cada día de mi vida recordaré Jaén y al Real Jaén. Por ello, esto no es una despedida, es un hasta luego de este gaditano jienense que espera algún día volver a casa".

José María Martín-Bejarano
Zaragoza, 5 de julio de 2012